martes, 15 de diciembre de 2009

Paul Auster

El señor Auster, además de ser uno de los hombres con los ojos más llamativos que conozco, es uno de esos escritores que todo buen amante de la lectura debe haber leído antes de que se muera (el escritor, claro está, si no ya no hay mucho remedio).
Digo esto porque hace poco murió un gran escritor y me apenó mucho no haber leído nunca nada de él.
Yo he leído muchos libros en mi vida, de autores vivos y también de otras épocas, pero tengo una asignatura pendiente y no es otra que la de leer a algunos grandes escritores coetáneos míos en este momento, pero que pueden dejar de serlo.
Y no quiero decir que Paul Auster esté a punto de morirse, más bien al contrario (aunque en este punto me gustaría añadir que todos somos susceptibles de morirnos en cualquier momento, en tanto en cuanto el principal requisito para morirse [que es estar vivo] lo cumplimos).
Pero no pensemos ahora en eso y volvamos a Paul Auster.
Acabo de leer La trilogía de Nueva York. Es un libro compuesto por tres historias detectivescas muy sutilmente relacionadas entre sí.
Al principio me sorprendió que me gustara la trama y comenzara a notar una sana dependencia de su lectura, -es que las historias de detectives nunca han sido mis predilectas-, pero con el paso de las hojas me di cuenta de que estaba completamente atrapada.
No os contaré ninguna de las tres historias, porque si os apetece, podéis leerlo, os invito a ello, está muy bien escrito: no siempre es fácil, pero siempre es bueno.
Por mi parte, dos objetivos cumplidos: he pasado un buen rato leyendo el libro y nunca jamás podré decir que no he leído nada de Paul Auster.

2 comentarios:

  1. Hola.
    Si, tienes razon, al leer tus lineas me llego a la memoria un libro suyo... Leviatan, que lo lei hace ya algunos años, y pronto volvere a disfrutarlo otra vez.
    Animo con los frios

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  2. Hola Anónimo,
    Muchas gracias por tu sugerencia, tomo nota, no conozco mucho la obra de Auster, pero visto que me ha enganchado un libro, me pueden enganchar más.
    Por otro lado, gracias por tus ánimos, pero si mi estado de ánimo suele ser generalmente bueno, te aseguro que cuando tengo que ponerme guantes, bufanda y gorro alcanza niveles positivos desorbitados. Adoro el frío, por raro que parezca.
    Claro que no sé desde donde me escribes. Aquí en Barcelona no se puede llamar frío frío... aquí nos entra frío solo de ver los 18 bajo cero de Guadalajara...
    De nuevo, gracias por tu aportación y un saludo,

    Magnet Woman

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