domingo, 1 de abril de 2012

Reforma laboral

Ya he perdido la cuenta de cuántas veces me han despedido. Todas para beneficio del empresario. Es decir, siempre ha coincidido con que un empresario ha querido cerrar un departamento de su empresa (la primera), un proyecto se ha acabado y el empresario no tenía otro en puertas (la segunda), un proyecto se acababa y el gerente aprovechaba para jubilarse y, por qué no, una multinacional quería eliminar gran parte de su plantilla en cada país y en Barcelona nos tocó a nosotros (la última).

Hoy felizmente tengo trabajo, de hecho, puedo decir que me he pasado la práctica totalidad de la crisis trabajando (las dificultades las sufrí sobre todo al comienzo de mi carrera).

Mi generación ya no es la del trabajo continuo, una empresa hasta la jubilación o un marcharse de un trabajo cuando te interesa más otro. Eso, si no tienes una pareja que gane dinero a espuertas, no se puede hacer o al menos yo no lo recomiendo.

Ahora llega la reforma laboral y la gente se alarma. ¿Por qué? Sí, ya sé por qué, pero yo, optimista por naturaleza, quiero verlo desde otro punto de vista. Desde el del trabajo.

Si ahora los empresarios no van a tener dificultad alguna en despedir a los empleados, sean guapos, feos, altos, bajos, embarazados, casi prejubilados, etc., ¿qué les queda? Pensad por un momento qué les queda… ¡nada! Ninguna dificultad en absoluto para contratar a alguien y despedirlo al día siguiente… y luego contratar a otro y despedirlo a la semana, y ahora volver a llamar a aquel que parece que lo hizo bien y despedirlo cuando se acabe el proyecto y cuando haya contratado a… vamos, que si quieren ganar dinero no tendrán más remedio que contratar a gente que les haga el trabajo, la despidan al cabo de dos días o la mantengan 5 años en plantilla; y a eso me refiero, que si los empresarios quieren ganar dinero, tendrán que contratar a la fuerza a gente que trabaje, y ahí es donde entramos nosotros, en el trabajo.

Amigos, tranquilos, que ahora están viviendo de rentas y de miedo, pero pronto se les pasará el miedo y volverán a hacer lo que mejor saben hacer, negocio.

Y nosotros igual. Ahora vivimos llenos de miedo, pero pronto vendrá una época en la que hacer bien tu trabajo sea sinónimo de quedarse mucho tiempo en una empresa. Ser profesional.

Archivo del blog

Datos personales