Hoy me he prometido hacer muchas cosas y si nada lo remedia,
las voy a hacer.
Para mí, hacer muchas cosas no es tener una actividad detrás
de otra y luego pensar en hacer otra tarea y luego otra y así hasta que caigas
rendido en la cama por la noche.
‘Hacer muchas cosas’ para mí es querer hacer algo y hacerlo.
Si hablo en plural es que al menos han de ser dos. Porque querer hacer algo (razonable
para nuestros objetivos, por supuesto) y hacerlo no siempre es tan fácil. Me
explico.
¿No os ha pasado nunca el decir ‘tengo que hacer esto, a
ver si me acuerdo’ y obviamente… nunca más se supo? Tal día os volvéis a
acordar… ostras, a ver si me lo apunto, que quiero mirar aquello. Y pasan los
días y pasan.
Pues eso mismo, me da una rabia tremenda querer hacer determinadas
cosas y que pasen los días y pasen y no llevarlo a cabo.
Y pasa a todos los niveles, eh, a todos. En casa, a ver si ordeno
aquel cajón, a ver si me arreglo aquellos pantalones, a ver si… a ver, a ver y
ver y no vemos nunca nada.
Hoy me he prometido hacer muchas de las cosas que tengo
pendientes en mi cabeza, o algunas al menos.
Querer hacer algo y hacerlo es la clave para mí.
Probablemente es otra versión del ‘querer es poder’.