sábado, 23 de julio de 2011

GRITAR

Una vez dije en clase de inglés que yo prohibiría que la gente gritase. Nadie compartía mi opinión y aunque generó bastante debate, quedó en poco menos que nada. Todo el mundo prohibía cosas ‘prohibibles’ y cuando yo dije ‘la gente que grita demasiado’ todos me miraron raro. No supe encontrar buen argumento, pero hace apenas unos días lo encontré.
Volvía yo en el tren, también llamado AVE, tan apaciblemente de Zaragoza cuando a una señora se le ocurrió llamar por teléfono a un amigo.
Me alegro sobremanera de que la señora tenga amistades, no hay nada mejor en el mundo, pero ¿qué derecho tenía ella a molestarnos el relajado momento a todos los pasajeros y a mí?
Que le vaya genial el crucero que la llevará de Barcelona a Algeciras, de allí a Túnez y de Túnez a Dubrovnik. Repitió el recorrido tres veces, imagino que a causa de la sordera del amigo, Miguel, por cierto, porque la mujer lo expresaba todo con suficiente volumen y claridad.
Que le aproveche el crucero y, si hay suerte, se quede allí y no nos moleste más. He dicho.

2 comentarios:

  1. Buenos días guapetona!! Apoyo la moción, y si algún día recoges firmas, ya tienes la primera! Un besote preciosa.
    Rosa

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  2. Muchas gracias, Rosa. A veces pienso que soy la única que tiene ideas así y reconforta saber que no, pero tssssssss, no levantemos la voz :-D

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