Autocontrol es lo que hubieran necesitado unos pocos hace unos días, cuando ‘a la valiente’ y sin encomendarse a santo alguno, se decidieron a no ir a trabajar para reivindicar su causa laboral. Mira tú qué bien. Lo malo es que su no ir a trabajar afecta a, por un lado, muchas personas, y, por otro (y con más consecuencias) a muchos bolsillos de personas.
Estoy hablando de los controladores aéreos de España, qué majos ellos. Independientemente de sus dificultades laborales, que en ningún momento negaré que las deben de tener, y gordas, es evidente que muy sanos del juicio no andan. Pobrecicos míos. Qué mal se habrán explicado cuando los ciudadanos de a pie nos hemos quedado con que ganan un dineral y encima se quejan (el otro día me decía un compañero de trabajo inglés… (oh, God, one hundred euros per year and they go on strike?, why?) Claro, en esta vida no todo es el dinero, y por supuesto tampoco me molesté en explicárselo a mi compañero. Si los propios interesados no se molestan en explicarnos qué problemas tienen y lo único que se les ocurre es que jodiendo al personal en lo que más les duele van a conseguir arreglar sus problemas, pues yo no voy a preocuparme en hacer bandera de sus reivindicaciones (bastante tengo con las mías).
He leído en algún diario que mañana jueves los controladores deciden si van a la huelga o no. Por mí que vayan, ahora mismo, si me lo dicen con tiempo, como suele ocurrir cuando hay una huelga de conductores de tren, de autobuseros, de recogedores de basuras (estas, sin duda son las peores… qué apestosas), yo me organizo y decido si arriesgarme a volar con los servicios mínimos, si tomar otro medio de transporte o si quedarme en casa, pero si vuelven a decir que todo es absolutamente normal y llego un día al aeropuerto y me encuentro con que no puedo volar porque a 120 controladores les ha dado un vahído de golpe, qué casualidad, les desearé lo peor, es decir, que resucite Ronald Reagan y les dé un susto de muerte. Hombre ya, tanta altivez…
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Yo me voy a c____ en lo que no está escrito como me estropeen las navidades... rgrgrgrrrrrr (onomatopeya de rugir no muy lograda ;p
ResponderEliminarBesotes!
Pues sí, Ceci, dan ganas de que hagan un viaje en avión colgados de la cola del avión... espero que ni a ti ni a nadie le fastidien las vacaciones y que, a más a más, puedan solucionar sus problemas laborales. Qué difícil el mundo del control...
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