Llego a casa y enciendo la luz, voy a mi habitación y repito la operación, enciendo la luz. En primer lugar porque no tengo mucha luz natural en todas las habitaciones y en segundo lugar porque son más de las 6 y media de una tarde de febrero y ya es hora de que el sol se haya ido a dormir.
Me quito la ropa que llevo y me pongo cómoda. Intento vestir muy cómoda siempre, pero para ir a trabajar a veces llevo tacones que en cuanto llegan a casa les gritan a las zapatilla, venid venid, os toca. Y así es la cosa.
En seguida pongo música de fondo, cualquier emisora de radio si lo que quiero es escuchar música "de fondo". Voy al baño, me lavo con agua caliente (gracias al calentador de agua, que es eléctrico y que no requiere encenderlo de manera manual, como ocurría con el que tenía hace años, ahora abres el grifo y el agua se calienta al instante, prodigioso).
Después voy a la cocina y me preparo algo para merendar, algo ligero y hoy, como llueve mucho, me apetece algo calentito. No tengo microondas, así que enciendo el fuego, caliento la leche y me preparo un Nescafé suave.
Mientras lo tomo, decido que es buen momento para escribir en mi blog. Pienso en vosotros. Pero tengo frío, así que me acerco a la estufa y la enciendo, no muy fuerte, porque hoy ha llovido pero no ha hecho mucho frío. Ahora mejor.
Ostras, tengo el móvil casi sin batería, esperad, que lo voy a poner a cargar.
¿Me siento?
Pues no, aún no, perdonad, dejaré la lavadora funcionando mientras escribo. Lleva días lloviendo y no me gusta poner la lavadora tan alegremente como cuando hace un sol radiante, pero la ropa se acumula y aunque la tenderé bajo cubierto, necesito ponerla.
Ahora sí, me siento frente a mi portátil, que previamente cargué. Hay veces que no me importa trabajar con el portátil conectado a la corriente, pero hoy no me apetecía, hoy he querido hacerlo sin cables para homenajear a alguien, porque por sencillo que parezca, nada de todo lo que he hecho hasta ahora podría haberlo hecho de igual forma si no fuera por la electricidad. Probablemente no pensamos en ello a menudo, pero tenemos mucho que agradecerle hoy al fenómeno que nadie inventó, a ese que al correr de los tiempos fue haciéndose más fuerte hasta que llegó un día en que sin duda alguna, dominó el mundo. ¿Qué somos sin ella?
Blog creado para compartir ideas, sentimientos, realidades... todo aquello que haga sentirnos mejor.
martes, 9 de febrero de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Archivo del blog
-
►
2016
(10)
- ► octubre 2016 (2)
- ► septiembre 2016 (1)
- ► abril 2016 (2)
- ► marzo 2016 (4)
-
►
2015
(10)
- ► octubre 2015 (2)
- ► septiembre 2015 (2)
- ► agosto 2015 (1)
- ► julio 2015 (2)
- ► marzo 2015 (2)
- ► enero 2015 (1)
-
►
2014
(16)
- ► diciembre 2014 (2)
- ► noviembre 2014 (1)
- ► septiembre 2014 (1)
- ► agosto 2014 (2)
- ► julio 2014 (1)
- ► junio 2014 (1)
- ► abril 2014 (3)
- ► febrero 2014 (2)
- ► enero 2014 (2)
-
►
2013
(31)
- ► diciembre 2013 (2)
- ► noviembre 2013 (2)
- ► octubre 2013 (1)
- ► septiembre 2013 (3)
- ► agosto 2013 (1)
- ► julio 2013 (2)
- ► junio 2013 (3)
- ► abril 2013 (3)
- ► marzo 2013 (5)
- ► febrero 2013 (6)
- ► enero 2013 (1)
-
►
2012
(20)
- ► diciembre 2012 (1)
- ► noviembre 2012 (3)
- ► octubre 2012 (4)
- ► septiembre 2012 (2)
- ► julio 2012 (2)
- ► junio 2012 (2)
- ► abril 2012 (1)
- ► marzo 2012 (2)
- ► febrero 2012 (1)
- ► enero 2012 (2)
-
►
2011
(18)
- ► diciembre 2011 (2)
- ► octubre 2011 (1)
- ► agosto 2011 (4)
- ► julio 2011 (3)
- ► junio 2011 (1)
- ► abril 2011 (3)
- ► marzo 2011 (1)
- ► febrero 2011 (1)
- ► enero 2011 (2)
-
▼
2010
(51)
- ► diciembre 2010 (2)
- ► noviembre 2010 (3)
- ► octubre 2010 (2)
- ► septiembre 2010 (4)
- ► agosto 2010 (4)
- ► julio 2010 (5)
- ► junio 2010 (5)
- ► abril 2010 (7)
- ► marzo 2010 (5)
- ► enero 2010 (5)
-
►
2009
(38)
- ► diciembre 2009 (6)
- ► noviembre 2009 (6)
- ► octubre 2009 (8)
- ► septiembre 2009 (11)
- ► agosto 2009 (7)
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Comenta: